sábado, 18 de julio de 2015

Examen fisico de genitales masculino


Por lo general, los hombres tienen menos prejuicios que las mujeres acerca de las cuestiones relacionadas con el sexo y, habitualmente, no se sienten tan despersonalizados o degradados por esta faceta del examen. Las mujeres examinadoras pueden sentir cierta incomodidad y tensión por el examen de los genitales masculinos y pueden trasladar sus sentimientos de “situación embarazosa” al examinado. Trabajar sobre sus propios sentimientos y discutirlos con sus compañeros, médicos del equipo y profesores, puede ayudar a crear confianza y auto seguridad en la realización de esta parte del examen.

Algunos hombres pueden experimentar una erección durante el examen, que puede ser una situación embarazosa. Si esto ocurriera, el examen debe continuar y debe asegurársele al sujeto que esto es una respuesta fisiológica normal a la palpación genital.

La protección y la posición

El examinador debe usar guantes en ambas manos durante la exploración. Los guantes ofrecen protección a una exposición inadvertida, si está presente una infección. En caso de infecciones genitales, los guantes deben cambiarse antes del examen rectal para evitar contaminación cruzada.

Para el examen el hombre debe pararse de manera que el área inguinal pueda palparse con facilidad. Usted debe estar sentado, de frente a los genitales de la persona. El hombre puede usar una bata de examen, que es fácil de levantar durante este.


TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN




Las técnicas de examen para evaluar los genitales masculinos y la región inguinal incluyen la inspección y la palpación.

INSPECCIÓN



Comprende el examen visual del pene, las bolsas escrotales, las regiones inguinales y el perineo.


 Inspeccione el pene:

a) Pídale a la persona que muestre sus genitales levantándose la bata de examen e inspeccione la forma y el tamaño del pene.

b) Inspeccione el pene y observe la integridad de la piel del glande, el prepucio y el cuerpo. Si el hombre no tiene circuncisión, pídale que eche el prepucio hacia atrás, para poder inspeccionar el área subyacente.

El tamaño y la forma del pene varían considerablemente entre los hombres adultos, pero no es habitualmente objeto de interés clínico. Existe una variación mucho menor del tamaño, cuando el pene está erecto. El glande varía en tamaño y forma y puede aparecer redondeado, ancho, y aun puntiagudo.

Ayude al sujeto a entender las variaciones normales, si este expresa que le interesa. En un niño o adulto no circuncidado que no limpia el área cuidadosamente, puede encontrarse esmegma, que es una secreción normal que puede acumularse en el pene, especialmente por debajo del prepucio. La esmegma resulta de las secreciones de las glándulas de Tyson y aparece como una sustancia blanca, gruesa, parecida al queso. La esmegma acumulada puede convertirse en un medio de cultivo para el crecimiento bacteriano.

Descarte la presencia de ulceraciones, que asientan casi siempre en la mucosa del glande, en su base al lado del frenillo o en el surco balanoprepucial.

c) Inspeccione el meato urinario apretando el glande entre los dedos índice y pulgar y corriéndolos suavemente hacia atrás, para exponer el meato.

Normalmente el meato urinario está libre de drenaje y secreciones. Si se detecta alguna secreción debe cultivarse. Si el hombre expresa historia de secreción uretral, pero no se revela por esta maniobra, pídale a él que exprima con sus dedos el cuerpo del pene, de la base a la punta. Si aparece alguna secreción uretral, esta debe cultivarse.

 Inspeccione las bolsas escrotales.



Desplace el pene hacia un lado o pida al hombre que lo haga, para inspeccionar las bolsas escrotales. Suba después el escroto e inspeccione su parte posterior. Observe comparativamente la forma y el tamaño de ambas hemibolsas y en su conjunto, y la integridad de la piel.

Hallazgos normales: el tamaño y la forma del escroto varían considerablemente, y puede causar temor y situación incómoda en hombres que creen el mito sexual de que el escroto grande está asociado con la virilidad.

Algunas bolsas escrotales cuelgan por debajo del pene, mientras que otras se encuentran por encima de este. El lado izquierdo del escroto está habitualmente más descendido que el derecho. El escroto se mantiene alto y parece más pequeño cuando se contraen los músculos escrotales, en respuesta al frío o al miedo. La piel del escroto tiene pelos dispersos. La piel es fina, y tiene una apariencia arrugada.

Las lesiones deben registrarse como hallazgos anormales. Si existe aumento de tamaño de uno de los dos compartimentos, debe precisar su origen después, a la palpación.

palpación



Debe ser ordenada y comparativa. Comprende de manera sucesiva:

– Palpación del pene (opcional).
– Palpación del escroto.
– Palpación de la túnica serosa vaginal.
– Palpación del testículo y del epidídimo.
– Palpación del conducto deferente y del cordón espermático.

– Palpación de la uretra esponjosa.
– Palpación de la próstata, las vesículas seminales y las glándulas de Cowper.
– Palpación de la uretra membranosa y prostática.
– Palpación de los ganglios de las regiones inguinales.

 Palpe el pene.

La palpación del pene es opcional en niños u hombres jóvenes asintomáticos. Palpe el cuerpo del pene con su dedo índice y pulgar y precise la existencia de dolor o de alguna masa. No deben palparse masas a lo largo del cuerpo del pene y normalmente, este no es doloroso a la palpación, ni cuando se aprieta suavemente para acceder al meato.

 Palpe las bolsas escrotales.

Normalmente no ofrece dificultad alguna para alcanzar los órganos (testículos, epidídimo, cordón espermático) situados dentro de las bolsas:

a) Palpe un compartimento escrotal de cada vez, pinzando el escroto entre su dedo pulgar y el índice.

Descarte la existencia de edema, enfisema, varicocele y tumoraciones. En el caso de edema del escroto, la piel ofrece una resistencia pastosa y deja huella (fóvea o godet) a la presión. En el enfisema (neumoescroto) se palpa una leve crepitación (como si fuesen aplastadas vesículas pequeñas secas y friables). El varicocele despierta una sensación especial comparada con la que motiva un pelotón de gusanos o tripas de gallina.

Los tumores benignos (por ejemplo, quistes sebáceos), los malignos, el chancro sifilítico, etc., se destacan bien por su dureza.

b) Palpe la túnica serosa vaginal, buscando el signo de pinzamiento de la serosa vaginal. Trate de tomar la parte anterior del testículo entre el pulgar y el índice, que, cuando no está distendida la cavidad vaginal por un derrame, huye delante de los dedos, los cuales solo consiguen tomar la pared de las bolsas, inclusive la hoja parietal de la serosa vaginal, que forma un pliegue, y que, si se aumenta la presión, se desprende al tiempo que se percibe una sensación de salto. El signo de pinzamiento de la serosa vaginal contribuye a establecer el diagnóstico diferencial entre la paquivaginalitis o el hematocele de la serosa vaginal y los tumores del testículo.

c) Apriete suavemente para detectar el testículo, recordando que esta maniobra puede resultar ligeramente dolorosa.

Hallazgos normales: a través de la piel del escroto deben palparse dos testículos de forma ovoidea, de superficie lisa y de consistencia homogénea, firme y elástica, que semeja la del globo del ojo en el animal vivo. Los testículos deben moverse libremente.
Después de la pubertad, la percusión o compresión de la glándula resulta dolorosa, por lo que debe evitarse.

d) Palpe el epidídimo pinzando la parte posterior del escroto entre los dedos pulgar e índice y siéntalo firme, con una estructura parecida a una coma.

El epidídimo se adosa en forma de coma y circunvala al testículo. Su cola se continúa con el conducto deferente, el que junto con los elementos vasculonerviosos, constituye el cordón espermático.

El epidídimo es menos consistente (exiguo grosor de su túnica fibrosa) y se palpa bien con la técnica de Chevassu: mientras el testículo es fijado con la mano izquierda, que lo tira hacia abajo, el índice derecho se encapuchona en la piel de la cara lateral del pene por delante del escroto, tratando de pinzar entre él y el pulgar de la misma mano la cabeza del epidídimo.

e) Finalmente palpe de forma comparativa el conducto deferente y el cordón espermático, moviendo sus dedos pulgar e índice del epidídimo al conducto, en una dirección anterior. 

Pálpelos hasta el anillo inguinal. El conducto deferente que se aísla bien de los demás elementos del cordón espermático, es cilíndrico, duro, liso y de un diámetro entre 2 y 3 mm.

Los elementos del cordón espermático deben sentirse como un cordón libremente movible. El epidídimo y los vasos deferentes deben palparse sin masas y no deben ser dolorosos.

Palpe la uretra esponjosa.

Levante el pene, aproximándolo a la pared abdominal, para alcanzar directamente la porción esponjosa de la uretra, o pálpela a través de las bolsas o perineo anterior, para descartar la presencia de zonas de infiltración blandas o duras.

 Palpe la próstata, las vesículas seminales y las glándulas de Cowper.

El examen de la próstata ya fue explicado junto con el tacto rectal.

Recuerde que en los sujetos sanos tiene forma ovalada (con un surco longitudinal en su dorso), consistencia uniforme y elástica a la tensión, límites bien precisos, movilidad escasa y es indolora. Su longitud se estima en unos 3-4 cm. Su expresión da salida a unas gotas blancas a nivel del meato uretral.

 Palpe la uretra membranosa y prostática.

Las porciones membranosa y prostática (entre el cuello del bulbo uretral y la vejiga) se palpan por medio del tacto rectal, para descartar la presencia de zonas de infiltración blandas o duras.

Palpe los ganglios de las regiones inguinales.

Inspeccione y palpe buscando hernias.

El examen de las regiones inguinales buscando hernias estas regiones son consideradas por algunos como “la tierra de nadie”, lo que puede traer problemas diagnósticos, que incluso hagan peligrar la vida de una persona, si no se tiene en cuenta durante la inspección y la palpación, en el examen regional de abdomen. Lo que sucede es que el examen de las regiones inguinales nunca es completo, si no se descarta la presencia de hernia, lo que habitualmente se hace conjuntamente con el examen de los genitales; y si la exploración de estos se difiere, se pueden escapar datos valiosos de esta región.

Aunque ya se mencionó parte del examen de estas regiones, en el sistema arterial periférico, para la exploración de los vasos iliacofemorales, y en el examen del sistema linfático, para la exploración de los ganglios a ese nivel, ahora insistiremos en el examen de las regiones inguinales en el hombre, fundamentalmente, para la búsqueda de hernias inguinales e inguinoscrotales, por lo común de estas alteraciones en individuos asintomáticos:

a) Inspeccione el área inguinal en busca de algún abultamiento.

Pida al hombre que puje y tosa, de manera que pueda detectarse alguna protrusión. Normalmente no deben apreciarse abultamientos sobre el canal inguinal y femoral, en estado de reposo ni durante la tos, el estornudo o cuando puja.

b) Palpe el área sobre el canal femoral, con y sin el hombre pujando.

c) Palpe el canal inguinal.

Para palpar el canal inguinal derecho aborde al hombre del lado derecho.

Palpe el canal inguinal invaginando la piel suelta del escroto con su índice derecho, desde el fondo de saco escrotal. Siga el cordón espermático con su dedo hacia el anillo inguinal externo, una abertura triangular parecida a una ranura.

Si el anillo inguinal es lo suficientemente grande, continúe avanzando su dedo a través del canal inguinal. Pida al hombre que tosa o puje.

Repita el proceder en el lado opuesto. Las masas palpables en la región inguinal pueden representar hernias.

alteraciones que pueden surgir en el sistema reproductor masculino
En algunas ocasiones, los chicos pueden tener problemas en el sistema reproductor. A continuación, encontrará algunos ejemplos de trastornos del sistema reproductor masculino.
Problemas en el escroto, los testículos y el epidídimo
Los trastornos que afectan el contenido del escroto pueden involucrar a los testículos, el epidídimo o al mismo escroto.
  • Traumatismo testicular. 

  • Incluso una lesión leve en los testículos puede provocar un fuerte dolor, amoratamiento o hinchazón. La mayoría de las lesiones en los testículos están provocadas por golpes, patadas o aplastamientos que suelen ocurrir durante la práctica deportiva o bien por otro tipo de traumatismos. La torsión testicular, cuando uno de los testículos gira sobre sí mismo, retorciendo el cordón espermático que lo sostiene dentro del escroto e interrumpiendo el aporte de sangre, es otro problema que pueden tener los chicos, aunque no es frecuente. En estos casos, es preciso intervenir quirúrgicamente para corregir la torsión y salvar al testículo.
  • Varicocele.

  •  Se trata de una varice (una vena anormalmente dilatada) en la red venosa que irriga los testículos. El varicocele suele desarrollarse durante el transcurso de la pubertad. Por lo general, los varicoceles no son perjudiciales, aunque en algunos casos pueden dañar el testículo o reducir la producción de espermatozoides. Por lo tanto, si su hijo le trasmite su preocupación por los cambios que se han producido en sus testículos, es preferible que lo lleve al médico.
  • Cáncer de testículo.
  •  Se trata de uno de los cánceres más frecuentes en hombres menores de 40 años. Aparece cuando las células del testículo se dividen de forma anómala y forman un tumor. El cáncer de testículo puede propagarse a otras partes del cuerpo pero, si se detecta precozmente, los índices de curación son excelentes. A todos los jóvenes se les debería instar a que aprendan a auto explorarse los testículos con regularidad.
  • La epididimitis 
  • es la inflamación del epidídimo, los tubos en forma de espiral que conectan los testículos con el conducto deferente. En la mayoría de los casos, está provocada por una infección, como la producida por clamydia (una enfermedad de transmisión sexual) y provoca dolor e hinchazón adyacente a uno de los testículos.
  • Hidrocele. 
  • Las hidroceles se desarrollan debido a la acumulación de liquido en las membranas que rodean los testículos. Las hidroceles pueden provocar hinchazón en el testículo afectado, pero suelen ser indoloras. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a la cirugía para corregir el problema.
 Hernias


es la protrusión del peritoneo parietal, de un órgano o de un tejido fuera de la cavidad del cuerpo en que está alojado normalmente. Las hernias más comunes se desarrollan en el abdomen, cuando una debilidad de la pared abdominal genera un hueco, a través del cual aparece la protrusión.

Hernias su clasificación:
-Hernia abdominal
-Hernia reducible 
-Hernia encancerada
-Hernia estrangulada
-Hernia de Richter

 Parte de una hernia:
.Saco
.contenido
.Examen del conducto inguinal.

Hernia inguinal indirecta y directa

Hernia inguinal indirecta: 
Las hernias inguinales indirecta se producen cuando el contenido abdominal protruye a través del anillo inguinal interno o profundo. Bajan a lo largo del cordón espermático y, con el tiempo, suelen llegar al escroto. Son las hernias inguinales mas frecuente, con un posible factor genético y muy común en los niños. Pueden ocurrir en mujeres y cuando son completas producen hernias inguinales labiales.

Presenta:
-Masa alargada, elíptica
-Atraviesa el anillo inguinal
-Sigue al cordón en distancia variable
-Suele ser reducible
-Protrusión al esfuerzo 
-Protruye por el anillo inguinal profundo.

Hernia inguinal directa
Las hernias directas se presentan como una tumefacción ovalada, son reducibles y rara vez ingresan al escroto. Son más comunes en adultos mayores de 45 anos.

Presenta:
-Masa redondeada cerca del pubis
-protruye por el triangulo de hesselbath
-Reducible
-Raro que descienda al escroto
-Mas frecuente en ancianas.

  • Hernia inguinal.

  •  Cuando una parte de los intestinos “se cuela” por una abertura o debilitamiento anómalos de la pared abdominal y entra en la ingle o el escroto, recibe el nombre de hernia inguinal. Puede presentarse en forma de bulto o hinchazón en la zona de la ingle y se puede corregir con cirugía.

alteraciones en el pene:


Los trastornos que afectan al pene incluyen las siguientes:
  • Inflamación del pene. 
  • Los síntomas de este trastorno incluyen el enrojecimiento, picor, hinchazón y dolor. La balanitis es la inflamación del glande (o cabeza del pene). La postitis es la inflamación del prepucio, que suele obedecer a infecciones bacterianas o por hongos.
  • Hipospadias.
  •  En este trastorno, la abertura de la uretra está ubicada la cara inferior del pene, en vez de en la punta.
  • Fimosis. 
  • Es la tirantez del prepucio antes de que pueda retraerse, y es bastante habitual en los recién nacidos y los niños pequeños. Generalmente remite por si solo, sin necesidad de tratamiento. Si interfiere con la micción, puede ser recomendable practicar la circuncisión (extirpación del prepucio).
  • Parafimosis. 
  • Ocurre cuando el pene no circuncidado del un niño, tras haberse retraído, no regresa a la posición original. Consecuentemente, puede verse entorpecida la irrigación sanguínea del pene, y el niño pude experimentar dolor e inflamación. El pediatra pude probar a utilizar un lubricante para efectuar una pequeña incisión a fin de que el prepucio pueda volver a su posición normal estirándolo hacia delante. Si esta leve intervención no suerte efecto, puede ser recomendable practicar la circuncisión.
  • Genitales ambiguos.
  •  Este problema consiste en que un niño nace con unos genitales que nos son claramente masculinos o femeninos. En la mayoría de niños que nacen con este trastorno, el pene puede ser muy pequeño o inexistente, aunque exista tejido testicular. En una cantidad reducida de casos, el bebé posee tanto tejido testicular como tejido ovárico.
  • Micropene. 
  • Se trata de un trastorno en que el pene, a pesar de presentar una morfología normal, tiene un tamaño inferior al promedio, lo cual se determina en base a criterios estadísticos.
Si considera que su hijo presenta síntomas de algún problema relacionado con el sistema reproductor o si tiene preguntas acerca de su crecimiento y desarrollo, hable con el médico de si hijo; muchos problemas del sistema reproductor masculino se pueden tratar eficazmente.
Epispadia:
 
 Tipo infrecuente de malformación en el que la uretra termina en una abertura en la cara superior o dorso del pene.

Balanitis:
 
 Es una inflamación del glande que ocurre solo en hombres no circuncidados, frecuentemente con fimosis o diabéticos. Se debe a infecciones bacterianas o por hongos.

Balanopostitis
 

La balanitis o balanopostitis consiste en una inflamación o infección del glande y/o el prepucio. La balanitis puede afectar a cualquier persona, aunque todo indica que los hombres no circuncidados están más expuestos a padecerla.
Una condición que favorece la aparición de la balanitis tiene que ver con aquellas personas que tienen un prepucio muy ajustado así como también a la falta de una higiene adecuada.
herpes genitales 


es una enfermedad infecciosa inflamatoria de tipo vírico, que se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas formadas por pequeñas vesículas agrupadas en racimo y rodeadas de un aro rojo

 papilomas genitales :
 
 Son lesiones como verrugas que se deben a infecciones virales.

Molluscum contagiosum
 son lesiones como pequeñas pápulas algo umbilicadas en el centro, son de transmisión sexual y se deben a infecciones por virus.

Quistes:
Quistes de epidídimo:

 
El quiste del epidídimo es el tumor benigno más frecuente. Es mas frecuente en personas jóvenes.
Presenta:
.Nódulo tenso
.No reducible
.Delimitado
.Se encuentra en la parte posterior del testículo
.Puede aparecer en cualquier área del epidídimo

Hidátide:
 
 Quiste que contiene dentro un líquido tranparente.

Presenta:
.Nódulo quístico
.Se encuentra en la cara anterosuperior del testículo
.Puede aparecer en cualquier área anterior.

Lesiones:
Orquiepididimitis: Es una inflamación combinada de un testículo y el epidídimo que lo recubre frecuentemente en paciente con antecedentes de cirugías
Presenta:
.Inflamación
.Hinchazón y dolor
.Mejora al elevar e inmovilizar el escroto.

Torsión testicular:
 
Proceso que compromete la circulación del órgano como consecuencia del arrollamiento del conducto espermático. Se considera una emergencia quirúrgica por el riesgo que representa por la gónada. 
Presenta:
.Testículo aumentado de volumen
.Muy doloroso
.Engrosamiento del cordón
.Comienzo súbito
.Se ve en hombres sanos

Hidrocele cordón:
 
Corresponde a una persistencia del canal peritoneo-vaginal a nivel del cordón con cierre proximal y distal de este. En general son asintomáticos y también se tratan en forma expectante, operándose solo en niños mayores de un ano.


Presenta:
.Pequeña masa quística
.Se encuentran a lo largo del cordón espermático
.Positivo a la tras-iluminación
.Poseen desplazamiento con el cordón
.Diferencia con las hernias

Tumor testicular:
 
 Es una inflamación o neoplasia (masa) en uno o en ambos testículo.
Presenta:
.Testículos aumentados de tamaño
.Es irregular
.Varían de volumen y área de afectación
.Pueden estar acompañados  de hidrocele.